De la Química a la Medicina: El Impacto de Robert Burns Woodward

Robert Burns

Robert Burns Woodward: El Arquitecto de las Moléculas Orgánicas

 El 8 de julio de 1979 falleció el químico estadounidense Robert Burns Woodward (Boston, EE. UU., 10 de abril de 1917 - Cambridge, EE. UU., 8 de julio de 1979). En 1965, Woodward fue galardonado con el Premio Nobel de Química "por sus destacados logros en el arte de la síntesis orgánica".

Woodward estudió química en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde se licenció en 1936 y se doctoró en 1937. Posteriormente realizó una tesis postdoctoral en la Universidad de Illinois, y a partir de 1950 fue profesor de química y catedrático en la Universidad de Harvard.

Interesado en la síntesis química de sustancias orgánicas, Woodward consiguió hitos importantes en su carrera. En 1944, sintetizó la quinina; en 1951, el colesterol y la cortisona; en 1954, la estricnina; en 1956, la reserpina; y en 1971, la vitamina B12.

El 27 de junio de 1960, Woodward alcanzó quizás su mayor logro: la síntesis de la clorofila en el Converse Memorial Laboratory de la Universidad de Harvard. La clorofila, descubierta en 1817 por los químicos franceses Pierre Joseph Pelletier y Joseph Bienaimé Caventou, es una biomolécula esencial en la fotosíntesis, el proceso mediante el cual las plantas y algas absorben energía de la luz solar.

Pelletier introdujo métodos innovadores para aislar clorofila, cafeína, colchicina y quinina, utilizando disolventes suaves. Las clorofilas, pigmentos verdes presentes en cianobacterias, plantas y algas, son críticas para la fotosíntesis, transformando la luz solar en energía química almacenada en moléculas como el NADPH y el ATP.

La fotosíntesis convierte materia inorgánica en orgánica, vital para la vida en la Tierra. Organismos como algas, cianobacterias, y plantas sintetizan materia orgánica a partir de luz y materia inorgánica.

Woodward también colaboró con Roald Hoffmann en estudios teóricos sobre mecanismos de reacción química, formulando la regla Woodward-Hoffmann. Estas reglas, que predicen la estereoquímica de reacciones pericíclicas, son fundamentales en química orgánica. Hoffmann recibió el Premio Nobel de Química en 1981 por este trabajo, compartiéndolo con Kenichi Fukui, mientras que Woodward, fallecido dos años antes, no era elegible para el premio.

En 1959, Woodward fue galardonado con la Medalla Davy por la Royal Society. Su síntesis de la quinina fue especialmente significativa, siendo crucial en el tratamiento de la malaria hasta la aparición de medicamentos más eficaces como la quinacrina, cloroquina y primaquina. La quinina, un alcaloide natural con propiedades antipiréticas, antipalúdicas y analgésicas, sigue siendo útil en casos de malaria resistente.

La quinina, conocida por los nativos americanos por sus propiedades curativas, fue introducida en Europa en el siglo XVII. El nombre científico Cinchona honra a la Condesa de Chinchón, quien observó su uso en Perú para tratar fiebres. La síntesis total de la quinina fue lograda por Woodward y W.E. Doergin en 1944, aunque las técnicas de aislamiento y purificación a partir de fuentes naturales siguen siendo económicamente viables.

Robert Burns Woodward, un gigante de la química orgánica, dejó un legado perdurable en la ciencia y la medicina. Su fallecimiento en Cambridge, a causa de un infarto de miocardio, marcó el fin de una era de descubrimientos y avances revolucionarios.


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